Sunday, October 24, 2010


DIA DE MUERTOS

Hay historias
que huelen a polvo,
a infancia,
como el olor de la sandía,
o los floreros cenagosos
de las tumbas.

Olores que traspasan
los sentidos y el tiempo;
llegan sacando lumbre,
potros gallardos,
listos para el juego
de argollas.

Atrás quedaron
mis recuerdos,
sepultados en el panteón
de mi pueblo
junto a la tumba
del ánima sola,
circundados por la trinchera
de piedra
levantada con ruinas
de la hacienda.

Quería que mis muertos,
mis abuelos enterrados
en el mismo ataúd,
mi sobrina de tres años,
jugaran los días de canícula
entre remolinos de polvo
y hojas secas.

Volví la mirada
Y vi que danzaban
sobre las tumbas
mi caballo de palo
y su enorme cabeza blanca,
mi pantalón de tirantes,
mis huaraches de cuero.

Afanosas
entre la leche y el humo,
tras la premura
del queso fresco
y las cubetas de agua,
mis tías derramaban
temores,
dignidad y consejos
sobre mi inocencia.

Anegados con la dicha
de medir gradualmente
la transición de la luz
al posarse en cada piedra,
en cada lápida,
en cada tronco
rugoso de mezquite,
mirándose mirar
sin ser mirados
en aquel páramo
ensombrecido de anochecer,
los ojos de mis ancestros
reflejaban
los destellos arcoíris
del mármol,
mientras el hierro
de las cruces labradas
devoraba las sombras.

Ante el vidrio de una urna
con Cristo dorado,
mi tía abuela,
transparencia
en sus dedos de agua,
trenzaba sus cabellos.

Con los últimos rayos del sol
mi abuelo volvió a ver
el brillo enrojecido
de su sangre
sobre la reja oxidada,
y se cimbró otra vez
como sintiendo el impacto
de los tiros
que le dieron muerte.
La escena de su crimen
durante aquel baile
un 24 de junio,
se dibujó en su mirada;
justo en medio
de las hieleras de cerveza
y la tambora,
borracho,
perdido de orgullo.

Su bisnieta de tres años
lo arrancó de aquella
visión funesta.
Vestida de encaje
como una bailarina,
lo tomó de la mano.
Volaron sobre las tumbas,
más diáfanos que el fresco
de la noche.
Luego se sentaron encima
de la tumba más sobria;
ella se acomodó entre las piernas
de su bisabuelo,
y así, mientras se alisaba
el vestido le pidió:
- Cuéntame un cuento
que dure hasta el alba.

Comprendí que ahí
la felicidad era sólo un recuerdo.
reviviendo historias antiguas,
paisajes inviolados,
en su no-existir sin prisa,
diseñando su ausencia.

Entonces me fui para siempre
bajo una lluvia de estrellas
que derramaba presagios
y tormentas.


Manuel Apodaca
San Luis Potosí, Verano 2007


Wednesday, July 28, 2010

Funche con bacalao

Danki na pueblo di Korsou. Danki di kurason muy en espesial na tur amigu Wendley Rosaria, chef i musiko di Korsou.

Norma y Manuel

Cuando la comida se comparte
con desinterés,
piel y corazón en la ofrenda,
un poco de ti se desprende
y va en ella,
como la flecha tras el blanco
a provocar la reacción
más grata al paladar,
al estómago,
a los ojos, a la lengua.

Colores, aromas, tradición...

Un plato es el resumen
del espíritu.

Monday, May 31, 2010



"Amar es encontrar en otro más gracia en el vivir que en uno, o por lo menos igual gracia si uno la posee muy fina, delicada. Poco importa que sea un niño, un varón o una mujer. ¿Qué es ese encanto de la gracia de la vida en otra persona? Son momentos de felicidad de la vida en esa otra persona.”

Macedonio Fernández (Escritor argentino contemporáneo de Borges)
Cuadernos de todo y nada

Friday, May 28, 2010

EL PRIMER SIGNO

“It is so tender that you cannot touch it without spoiling it.”
Charles S. Pierce, I.358


Un instante
repentino y luminoso
como un golpe seco sobre la cabeza del rival
descubre las posibilidades del triunfo y de la muerte
¡Solaris!

Un destello en la conciencia
como la cualidad de un rayo de luz
sobre el plano oscuro del universo
Ingrávido

Un sentimiento solitario
Un sentimiento conectado a otros sentimientos
Así empieza la podredumbre del cáncer
a corromper el centro de una célula
en el mismo sentido inverso que comienza 
la creación de la vida

Una intuición ingobernable
dispara el tormento de ser acto

y reflexión en el tiempo

Wednesday, May 26, 2010

MARELENGUA

MARE-LENGUA, mar y lengua, madre lengua... mi propia lengua... esa que fluye natural como el amor que se lleva en la sangre, en los huesos, en las entrañas; por todo lo que nos devuelve a la raíz.


Digo 'mi lengua' porque no quiero olvidar lo que es mío, lo que es nuestro y me configura como hijo de esa tierra, de ese pueblo olvidado y en penumbra que no acaba de despertar...

Marelengua, entonces, me devuelve a la poesía... en prosa, en verso, en espíritu, en gozo.
El tio Liqui

El Arroyo del Mezquite