Nativa de ninguna parte
Chloé S. Georás
encallada entre islas que se desvanecen
flotando sobre un mar infinito de costas que disminuyen
mi cuerpo es mi única tierra
mis manos navegan mi piel
reconociendo la corriente con mis dedos
abismos, valles marinos, montañas, desiertos, océanos
muchísimos océanos
ecos y cementerios
huérfana transnacional
con los pies llenos de recuerdos
por correr descalza arrecifes volcánicos
relámpagos entre mis pechos
mirando el vapor y la neblina intercambiando máscaras
hiriendo a alguien en lo hondo
afuera
en todas partes
mis pies
corredores que conducen a lugares donde he vivido,
lugares donde he muerto,
lugares que nunca fui, que no puedo recordar
poblada por voces perdidas
algunos muertos, algunos que maté, algunos que se fueron,
algunos que dejé atrás, algunos que nunca conocí, que nunca toqué,
ni acaricié
gente con quien nunca viajé
nativa de ninguna parte
un boleto para el viento de mi espalda
devoro los huracanes
mi esqueleto salvajemente flota en mi cuerpo de torrentes,
por mis extremidades vibran terremotos
reconfigurando mis deseos
mi cuerpo
zona de desastre de eróticos desechos
casa blanca de madera que yace destruida
mi padre levanta las cortinas
mi cuerpo es mi única tierra
una tierra sin hogar, sin dueño
una tierra de humedad, orilla tras orilla
tierra de volcanes sumergidos en
arenas movedizas
tierra de cicatrices errantes
mi tierra
un cuerpo del cual desprendo la tierra paso a paso
viajo por ese territorio llamado yo mismo
antes de extinguirme
otra vez
The beautiful and ephemeral meaning of street art
XIII
Cloe S. Georas
me desnudo
de mi desnudez
una telaraña en la que reposan espejos . momias
que se acuerdan de tu mirada extraviada bajo el agua del río
tratando de distinguir entre los brazos que te ahogan
y los brazos que te salvan
esa enredadera de manos y sollozos trepó las vértebras de tus pupilas
al día siguiente tu cabello oscuro amaneció blanco
una melena de lágrimas que nunca liberaste en el llanto
ahora tu cuerpo tiene un brazo que te hunde en el río
y otro que te arrastra a la orilla
eres una muñeca de tela con brazos vivos
un columpio en el precipicio
una mano ecuánime sobre una hornilla prendida
mi desnudez me cuelga del cuello como un teremoto de espejos
donde espío las sagas de rostros sucesos cuartos
veo tu cara sonriente en la sala y desvencijada en el baño
veo las corrientes del río nadando tu cuerpo
veo tus manos reposar sobre mi cuello
veo a través del agua
mi desnudez cuelga del collar de cardenales en tu cuello
es mi traje de esponja pulsando agujeros
nariz vagina boca poros ano oídos ojos
quieres sellarme los túneles del asombro
los mismos del dolor
me tejes desperadamente un desnudo sin hoyos
con tu mano ecuánime pones mi mano sobre la hornilla prendida
quieres arrastrarme a tu orilla
tu amor. la insensibilidad